Masoneria y Religion
Postado Quarta-feira, 22 Setembro, 2010 as 10:20 PM pelo Ir:. Carlos Emilio Maurin Fernandez
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Introducción.
El presente trabajo titulado Masonería y Religión nos invita a interrogarnos si existe una relación entre Masonería y Religión o bien si la Masonería es una religión. Para revelar estas interrogantes definiremos en primer lugar lo que entiende la masonería por ésta y luego trataremos de esclarecer el término Religión del punto de vista antropológico, etimológico y aquellas que fueron empleadas en la antigüedad por Julio Cesar, Ciceron, Lactario, Ortega y Gasset y Lenski y otros.
La segunda parte de este trabajo se refiere a la del Religión punto de vista global sociológico y antropológico.
Iª Parte Masonería
Uno de los primeros interrogantes que nos hacemos al ingresar a la O:.es si la M:. es una religión. Para dilucidarlo primero tenemos que ponernos de acuerdo en el concepto, para ello debemos buscar las raíces de la palabra, es decir su etimología, y analizar las definiciones académicas, y luego de esto, es decir fijado el concepto, ver las distintas clases de “religiones” y compararla con nuestra Or:.
Se encuentra muy difundido en la literatura de la M:., que la palabra “religión” deriva del la expresión latina “religo” o “religare”, que está compuesta por los elementos “re” y “ligo” o “ligare”. “Re” que indica repetir, duplicar, y “ligo” que significa unir, enlazar. Por lo tanto la palabra “religión” quedaría traducida literalmente por la frase “repetir la unión”, “volver a ligar”, es decir “religar”. Se quiso expresar así el deseo de unir al hombre con sus semejantes, en primera instancia, y luego con el resto del Universo o con Dios como lo asevera teológicamente la Iglesia Católica.
Por otro lado, también se lo deriva de “religio”, expresión latina que significa “conciencia escrupulosa”, por lo tanto, “vir summa religione” denota “hombre de la más escrupulosa conciencia”. Así también, Juan Corominas en su Diccionario Crítico Etimológico de la Lengua Castellana reconoce que la palabra “religión” deriva del latín “religio-onis” que significa escrupuloso, delicadeza.
Frecuentemente las raíces etimológicas de las palabras revelan su verdadero significado, aunque en muchos casos, es tergiversado, por su uso popular.
Veamos ahora las definiciones académicas, el diccionario Larousse da las siguientes acepciones: Conjunto de creencias y dogmas que definen las relaciones entre el hombre y la divinidad. Conjunto de prácticas y ritos específicos propios de cada una de dichas creencias. Estado de las personas que se obligan con voto a cumplir una de las reglas autorizadas por la Iglesia.
El Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia dice: Conjunto de dogmas o creencias acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales, principalmente la oración y el sacrificio para darle culto. Profesión y observancia de la doctrina religiosa. Obligación de la conciencia, cumplimiento de un deber natural descubierta por la sola razón y que funda las relaciones del hombre con la divinidad en la misma naturaleza de las cosas.
Como vemos, estos conceptos están asociadas, o mejor, llevan involucrado consigo necesariamente el sentido de la “divinidad”. De este modo surgen dudas sobre si religiones sin “Dios”, como el budismo, el taoismo o el confucionismo, pueden ser llamados propiamente religiones. Podemos ver también que sistemas seculares como el autoritarismo contemporáneo o los partidos políticos, no son llamados religiones, aunque sicológica y morfológicamente merecen ese nombre.
Por eso, saliéndonos de las explicaciones academicistas, y parafraseando a Erich Fromm podemos definir a la religión como: “Cualquier sistema de pensamiento y acción compartido por un grupo, que dé al individuo una orientación y un objeto de devoción”. Componentes de este sistema son sus dogmas y sus rituales.
No hay cultura en el pasado, y parece que no lo habrá en el futuro, que no tenga religión en el amplio sentido de esta última definición. El estudio antropológico nos permite reconocer que la necesidad de un sistema común de orientación y de un objeto de devoción está profundamente arraigada en las condiciones de la existencia humana.
Como esta necesidad es una parte intrínseca de su existencia, entonces, el hombre no es libre de tener o no ideales, pero es libre de elegir entre tener distintas clases de ideales, entre la devoción a la veneración del poder y la destrucción, o la devoción a la razón y al amor. Creemos que podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que todos los hombres son idealistas y luchan por algo más allá del logro de la satisfacción física, sólo difieren en la clase de ideales en que creen.
Su religión puede conducir al desarrollo de la destrucción o del amor, al desarrollo de la dominación o la fraternidad; puede adelantar su capacidad de razón o puede paralizarla. También puede pensar que no tiene religión e interpretar su devoción a ciertos fines seculares como el poder, el dinero o el éxito, como un interés por lo práctico y conveniente. Entonces, como vemos, la cuestión no es religión o no religión, sino qué clase de religión; si es una que desarrolla las potencialidades del hombre o las coarta y paraliza.
Generalmente se dice que la Masonería no tiene el carácter de religión debido a su ideario de libertad de pensamiento, de tolerancia ante todas las doctrinas y de reflexión para encontrar la verdad; pero como sabemos, podemos decir que es un “sistema de pensamiento y acción compartido por un grupo, que da al individuo una orientación y un objeto de devoción” y que componentes de este sistema son sus dogmas, que los tiene, y sus rituales, lo cual hace que si bien no es una religión en el sentido de interpretación y conocimiento popular, si lo es en el sentido general de su acepción, y podemos encuadrarlo en lo que definíamos como religión humanista
2ª Parte Religión punto de vista global sociológico y antropológico.
De acuerdo a la Constitución de Anderson,Antiguas Leyes fundamentales (17 de enero de 1723 sostiene en síntesis que :
El masón en relación a la religión y Dios, es que éste está obligado por vocación, a practicar la moral y si comprende sus deberes, nunca se convertirá en un hombre inmoral. Aún cuando en los tiempos antiguos los masones estaban obligados a practicar la religión que se observaba en los países donde habitaban, hoy se ha creído más oportuno, no imponerle otra religión que aquella en que todos los hombres están de acuerdo, y dejarles completa libertad respecto a sus opiniones personales. Esta religión consiste en ser hombres buenos y leales, es decir, hombres de honor y de probidad, cualquiera que sea la diferencia de sus nombres o de sus convicciones. De este modo la Masonería se convertirá en un centro de unidad y es el medio de establecer relaciones amistosas entre gentes que, fuera de ella, hubieran permanecido separados entre sí.
La religión desde un punto de vista global diremos que es un sistema de la actividad humana compuesto por creencias y prácticas acerca de lo considerado como divino o sagrado, tanto personales como colectivas, de tipo existencial, moral y espiritual. Se habla de «religiones» para hacer referencia a formas específicas de manifestación del fenómeno religioso, compartidas por los diferentes grupos humanos. Hay religiones que están organizadas de formas más o menos rígidas y otras carecen de estructura formal y están integradas en las tradiciones culturales de la sociedad o etnia en la que se practican. El término hace referencia tanto a las creencias y prácticas personales como a ritos y enseñanzas colectivas.
Definir qué es religión (del latín religare o re-legere) ha sido y es motivo de controversia entre los especialistas. Según el sociólogo G. Lenski, es «un sistema compartido de creencias y prácticas asociadas, que se articulan en torno a la naturaleza de las fuerzas que configuran el destino de los seres humanos».[
Por su parte, el antropólogo Clifford Geertz propone una definición alternativa: «La religión es un sistema de símbolos que obra para establecer vigorosos, penetrantes y duraderos estados anímicos y motivaciones en los hombres, formulando concepciones de un orden general de existencia y revistiendo estas concepciones con una aureola de efectividad tal que los estados anímicos y motivaciones parezcan de un realismo único».2
Debido al amplio espectro de usos de la palabra, resulta especialmente complejo ofrecer una definición exhaustiva de la religión o del fenómeno religioso. Sin embargo, se puede afirmar que, como hecho antropológico, engloba entre otros los siguientes elementos: tradiciones, culturas ancestrales, instituciones, escrituras, historia, mitología, fe y credos, experiencias místicas, ritos, liturgias, oraciones...
El ser humano ha hecho uso de las religiones para encontrar sentido a su existencia y para dar trascendencia y explicación al mundo, el universo y todo lo imaginable.
La etimología del término religión ha sido debatida durante siglos debido a las dos interpretaciones que se han sostenido que además de ofrecer una propuesta acerca del origen de la palabra, subrayan alguna actitud religiosa.
Antes de ser usada con un sentido relacionado con las divinidades, el término «religión» o «religioso» era utilizado para expresar un temor o un escrúpulo supersticioso. Así consta en textos de Julio César (De Bello Gallico VI 36) y Tito Livio (Historia de Roma desde su fundación IV 30).
La primera interpretación relacionada con el culto es la del orador latino Cicerón que en su obra De natura deorum ofrece la siguiente etimología: «Quienes se interesan en todas las cosas relacionadas con el culto, las retoman atentamente y como que las releen, son llamados «religiosos» a partir de la relectura»[3 Esta etimología —filológicamente más correcta— subraya la fidelidad a los deberes que la persona religiosa contrae con la divinidad y por tanto está más relacionada con la justicia.[4
La otra etimología propuesta por Lactancio hace derivar la palabra «religión» del verbo latino religare: «Obligados por un vínculo de piedad a Dios estamos “religados”, de donde el mismo término “religión” tiene su origen, no —como fue propuesto por Cicerón— a partir de “releyendo”».[5] Este segundo sentido resalta la relación de dependencia que «religa» al hombre con las potencias superiores de las cuales él se puede llegar a sentir dependiente y que le lleva a tributarles actos de culto.[6
En su ensayo Del imperio romano, José Ortega y Gasset escribe «Cuando el hombre cree en algo, cuando algo le es incuestionable realidad, se hace religioso de ello. Religio no viene, como suele decirse, de religare, de estar atado el hombre a Dios. Como tantas veces, es el adjetivo quien nos conserva la significación original del sustantivo, y religiosus quería decir “escrupuloso”; por tanto, el que no se comporta a la ligera, sino cuidadosamente. Lo contrario de religión es negligencia, descuido, desentenderse, abandonarse. Frente a relego está nec-lego; religente (religiosus) [7] se opone a negligente.» [8
Ideas: Allí en donde el hombre habite, las formas religiosas se expresaran a través de sistemas de creencias, mitos y rituales. Este espacio explora lo religioso como una respuesta del ser humano ante la necesidad de protección y trascendencia.
3ª PARTE EL IDEARIO MASÓNICO
La masonería es una escuela filosófica, ecléctica, impersonal y constructiva, como camino individual hacia la verdad, como doctrina y factor de armonía y de
3. Cicerón: De Nat. Deorum (II): «Qui autem omnia quae ad cultum deorum pertinerent diligenter retractarent et tamquam relegerent [...] sunt dicti religiosi ex relegendo». 4. José FERRATER MORA: Diccionario de filosofía, voz «religión». Buenos Aires: Sudamericana (5.ª edición), 1964. 5. Lactancio: Institutiones Divinas (4): «Hoc vinculo pietatis obstricti Deo et religati sumus, unde ipsa Religio nomen accepit, non ut Cicero interpretatus est, a relegendo». Esta etimología fue retomada y popularizada por san Agustín, cf. Retractationes (1.13), quien también acepta la etimología propuesta por Cicerón, cf. De Civitate Dei (10.3). 6. Enciclopedia Cattolica (voz «religión»). Florencia: Sansoni, 1953 7. Aulo Gelio, IV,9 8.- Artículo publicado en La Nación, de Buenos Aires, 1940. José Ortega y Gasset Obras Completas
y de progreso para cada hombre, particularmente para la sociedad y el medio en que se encuentra y desarrolla y para toda la humanidad.
Sus tres principios: libertad, igualdad y fraternidad. La forma concreta de entender y aplicar esos principios no está marcada, y cada masón debe buscarla y realizarla personalmente. Esta exigencia no es puesta en práctica mediante un examen o confesión de un masón a otros, sino que se lleva adelante en la conciencia de cada uno.
La masonería es una sociedad iniciática en la que se encuentran las diferentes escuelas de pensamiento y concepciones de la vida. En primer lugar, el carácter iniciático significa que el ingreso en masonería, el paso a los diferentes grados y el trabajo masónico en general, obedece a unos rituales o ceremonias precisas que tienen un significado simbólico. El efecto, la vivencia de cada masón, será diferente ante la misma ceremonia, y eso es precisamente lo que se pretende: que cada cual reflexione y estudie según su estilo, aportando su versión para el conocimiento de los demás. El carácter iniciático de las enseñanzas es tan antiguo como la humanidad, y la masonería mantiene esas viejas tradiciones.
La declaración de principios de la masonería señala, que la nuestra, "es una institución universal, fundamentalmente filosófica, destinada a trabajar por el advenimiento de la justicia, de la solidaridad y de la paz en la humanidad".
El trabajo masónico tiene dos vertientes, una filosófico-simbólica y otra social, ambas necesarias. Puede ser que un masón en concreto prefiera inclinarse más por un aspecto que por otro, pero cada cual es libre de aportar los trabajos que prefiera.
Al profano se le exige, para entrar en la masonería ser "libre y de buenas costumbres". Esta vieja fórmula debe ser entendida como derecho y deber al desarrollar las propias condiciones e ideas -sea cuales sean- y ser coherente con uno mismo desarrollando esas condiciones e ideas de forma tal que mejoren aquella parte del universo que le rodea, empezando por él mismo. No se trata de guardar una moral determinada, sino de cada uno. El masón puede, por supuesto, aceptar unos principios morales establecidos, pero como ser libre, honrado y responsable, debe tener fundamentados en su conciencia dichos principios, y nunca aceptarlos por rutina o por presión social.
La masonería acepta los postulados de libertad, igualdad y fraternidad, combate los privilegios y la intolerancia, mediante el estudio de la ciencia, la investigación de la verdad, la práctica de la virtud y el ejercicio de la filantropía, trabaja por la paz y la justicia, por el progreso moral, intelectual y material del hombre y a través suyo, por el de la sociedad.
La masonería es, a la luz de sus principios universales, un instituto de perfeccionamiento ético al servicio del hombre y una institución destinada a extender los valores de solidaridad y tolerancia, en una sociedad que se debate entre la incertidumbre y la inestabilidad, atrapada entre la pobreza y la corrupción, entre el fundamentalismo étnico y religioso y las fuerzas de regímenes brutales y totalitarios.
Cuando la sociedad ve esta confusión, cuando los grupos religiosos se enfrentan despiadadamente y cuando las angustias del hombre crecen sin ser atendidas, la masonería es o debe de ser, una esperanza, un sitio de reflexión y un lugar de encuentro para los hombres de buena voluntad, que buscan afanosamente la libertad y la justicia.
Podemos pasar revista a la interminable lista de personajes que han dejado profunda huella en los escenarios sociales, humanistas, filosóficos, científicos, técnicos: desde reyes hasta soldados, desde maestros hasta filósofos, desde rudos obreros hasta encumbrados estadistas, desde humildes picapedreros pre-medievales hasta protagonistas de la era espacial, han recibido grandes influencias y han dejado a su vez excepcionales contribuciones, que en ocasiones han permanecido vigentes por generaciones y que a veces han desbordado el ámbito de nuestra institución para esparcirse sobre toda la humanidad.
Como vemos, en masonería no caben dogmas, estando abierta a todas las actitudes respetuosas con las formas de pensar ajenas.
En masonería existe una vieja fórmula que propugna no tratar de política o religión, salvo para esclarecer a los demás. Esto significa que la masonería es apartidista y que en ella no se pueden dar "consignas", no se puede tratar de "imponer" ideas, sino "exponer" las mismas. Sería un error considerar que la masonería es una organización en la que unas conclusiones mayoritarias obligan a actuar social y políticamente a todos, y mucho menos, en la directriz de una autoridad imponga un camino a seguir. Esta forma de actuar sería antimasónica.
La masonería no es una religión, pero trabajamos en un templo físico, donde llevamos a cabo nuestros rituales, para fabricar un templo simbólico, que es el templo de nuestra personalidad.
Un templo es algo consagrado principalmente por la reverencia, el respeto y la disposición que personalmente ponemos al asistir a él.
En la institución Masónica trata de que cada estudiante alcance a plenitud, el conceptuar la libertad máxima, el libre albedrío, con todo lo que ello implica, el tener libertad implica necesariamente, tener responsabilidad por sus acciones, por el cumplimiento de sus compromisos y por alcanzar sus propias metas, libertad y responsabilidad por los actos que aquella inspire.
En lo exotérico, el objetivo básico, es tener la capacidad de adaptar la propia potencialidad, a lo que la sociedad requiere para conducirla a unas mejores condiciones, en pos de las marcas señeras de "libertad, igualdad y fraternidad".
En lo esotérico, la idea es reintegrar la condición del ser humano a su estado primordial, en el que formaba parte intrínseca del principio eterno del universo.
La masonería es una actividad emprendida por hombres íntimamente unidos que, empleando formas simbólicas sacadas principalmente del oficio de albañil y de la arquitectura, trabajan por el bienestar de la humanidad, esforzándose por mejorarse a sí mismos y mejorar a los demás con objeto de construir una liga universal de la humanidad, de la cual creen ser actualmente una pequeña representación.
Tal es la masonería, que une todos estos elevados intereses y aporta a su servicio una gran fraternidad de hombres libres y abnegados, constituida sobre los cimientos de la fe espiritual y del idealismo moral, cuya misión es hacer amigos a los hombres, refinar y exaltar sus vidas, intensificar su fe y purificar sus sueños, para que rindan homenaje a la verdad, a la belleza, a la justicia y al carácter.
- Su esencia, es la filantropía o sea, la cualidad humana y humanística que se distingue por el amor a los semejantes y por las obras en bien de la comunidad.
- Su objeto, la investigación de la verdad, tanto la verdad científica y positiva como la verdad trascendental.
- Igualmente tiene como objeto, el estudio y práctica de la moral en su acepción más amplia y muy especialmente, la moral laica.
- De la misma manera la solidaridad entre los congéneres, el mejoramiento espiritual y material de la humanidad y el perfeccionamiento individual y social del hombre.
- La masonería tiene como principios, la tolerancia mutua, el respeto de los demás y de sí mismo y la libertad absoluta de conciencia.
- Lo que la masonería ofrece al individuo está condicionado, en forma directamente proporcional a lo que invierta en esfuerzo de estudio y aprendizaje.
- La masonería es una sociedad fraternal que está basada en doctrinas morales y espirituales.
- Las doctrinas morales son el amor fraternal, la ayuda mutua, la verdad sobre todo, la práctica de las virtudes: temperancia, fortaleza, prudencia y justicia, su doctrina espiritual se fundamenta en la convicción de sus miembros en la existencia de un ser supremo y en la inmortalidad del alma. (aunque sobre esta última hay discrepancias entre algunos masones.
- La masonería es también una organización formativa, educativa, benevolente, social, tolerante y filantrópica
- Es formativa, porque persigue los propósitos de formar el carácter moral de sus miembros y enfatiza la búsqueda de la armonía con el universo interior y el orden en la vida personal, el desarrollo de la conciencia y el estado que ésta genera
- Emplea el convincente método de la deducción y no de la inducción, basándose en simbolismos y alegorías y en la práctica de rituales y ceremonias para comunicar milenarios conceptos de orden y verdad a sus miembros y les invita a practicarlos cotidianamente para elevar su condición humana
- Es educativa porque enseña, medianamente ceremonias y rituales, sus preceptos de moralidad y fraternidad basados en las enseñanzas del libro de la ley
- Enfatiza la obligación de sus miembros de interesarse por el mundo que los rodea, por descubrir su relación con el universo interior, por desarrollar sus habilidades intelectuales, por ser justos, por seguir los preceptos de su conciencia, por ejercitar al auto control de sus actos, por ser perseverantes, honestos y sincero
- Qué gran sensación el ser parte de una filosofía y un modo de vida en el que cada hombre, al ingresar como masón a la orden, llega a comprender que nunca debe estar conforme con lo que es, en el que por convicción interior dedica su tiempo a perseverar, buscando el desarrollo de su conciencia y evalúa a su condición como ser humano, asumiendo sus responsabilidades ante el ser supremo, ante sus semejantes y ante sí mismo
- La satisfacción de tan elevados ideales solo se encuentra en la masonería, ahí se encuentra la síntesis de la vida, nada escapa a ella
- Es la única institución que ha podido vivir a través de los siglos, de las pasiones y de las tragedias humanas, desde que el hombre comenzó su existencia inteligente en el mundo.
- El papel de la masonería en el mundo sigue siendo el mismo, sus objetivos no han cambiado, pero sí pueden y deben cambiar los medios que utiliza para alcanzarlos.
- La masonería sigue siendo actual, puede y debe cumplir una función insustituible en la sociedad contemporánea, promoviendo la tolerancia, la educación, la libertad de conciencia y todos los derechos humanos proclamados por nuestros antepasados masones
- Tenemos la esperanza de un futuro promisorio, si sólo sabremos afrontarlo con decisión, con esfuerzo, con el espíritu en alto, con responsabilidad, conscientes que somos los hijos de la luz y que las fuerzas oscuras de la ignorancia, la ambición y la envidia jamás, podrán extinguir la llama eterna de la verdad
- Entonces y resumiendo, ¿por qué somos masones? ¿que buscamos en la masonería? en una palabra queremos ser felices, queremos una felicidad que sea la retribución de haber cumplido con nuestro deber en lo esotérico y en lo exotérico, queremos que nuestros hijos tengan la posibilidad de ser felices y que puedan conseguir personas adecuadas con quien compartir la felicidad.
En resumen, el templo que pretendemos construir está siempre inacabado, y cada generación de masones aporta una piedra más a la obra común, adecuada a su época y su marco geográfico.
Bibliografía:
- Manual del Aprendiz, Aldo Lavagnini
- Psicoanálisis y Religión, Erich Fromm.
- Mi visión del Mundo, Albert Einstein.
- Por que no soy cristiano, Bertrand Russell.