La Belleza Simbólica del Real Arco
Postado Quinta-feira, 21 Agosto, 2008 as 10:08 AM pelo Ir:. Angelo Andres Maurin Cortes
C.D. Molina García
REAL ARCO, Raíz, corazón y médula de la Masonería
S. al S.
Por gentileza del Q. H. Jorge Sanchez Telo
La Masonería Simbólica se relaciona con los hechos y circunstancias asociados a la construcción del Templo del Rey Salomón, que fue el primer lugar fijo de veneración al Dios de Israel, luego de muchos años de devoción en Tabernáculos. El Templo de Salomón fue también el ugar donde se depositó el Arca de la Alianza luego de la peregrinación por el desierto. En estos tiempos se afirmó: "Él construirá una Casa en mi Nombre y yo estableceré el trono de su Reino por siempre". Para el Masón, el significado de este enunciado es que él mismo, en su propio ser, deberá levantar una superestructura, "perfecta en sus partes y honorable para el constructor".
Por otra parte, y como sabemos, el Tercer Grado de la Masonería Simbólica, o del Antiguo Gremio narra, en la lógica del simbolismo, algunos momentos vividos durante el proceso de construcción de dicho Templo y en los cuales los protagonistas relevantes fueron el propio Rey Salomón, Hiram Rey de Tiro y un arquitecto mítico denominado Hiram Abiff, —auténtica figura legendaria y alegórica de las enseñanzas iniciáticas—. Durante estos sucesos, T. CC. ingratos deseosos de obtener la Palabra del Maestro, apelativa del conocimiento iniciático, tratan de obtenerla por la fuerza sin más mérito que la amistad con Salomón y con Hiram Abiff. Pero éste, celoso de la tradición, se niega a proporcionarla llevándosela a la tumba ante los embates de los compañeros traidores sin obtener satisfacer su ambición.
Aparentemente, la verdadera Palabra iniciática queda para siempre en la Tumba sin poder ser conocida por los hombres, pero el Rey Salomón, Hiram Rey de Tiro e Hiram Abiff, previendo y conociendo la ambición y las pasiones humanas, la habían inscrito en una piedra, la cual ocultaron en una bóveda secreta indicando que tal Palabra no podría ser pronunciada sino por los tres reunidos y bajo un A. V., y una vez concluido el Templo.
El Grado del Real Arco es la consumación y a la vez el complemento perfecto del Tercer Grado de la Masonería del Antiguo Gremio, y puede decirse con toda propiedad simbólica, que ningún Maestro Masón está completo si carece de este grado, pues no existe rito masónico alguno que haga referencia a este misterio. Por esta razón, el Real Arco es la progresión natural en la Francmasonería, toda vez que provee al iniciado la obtención de los "auténticos secretos" y no los secretos substitutivos que se comunican durante la ceremonia de la Exaltación.
En Inglaterra, el Real Arco es el complemento de la Logia Azul, y como tal forma parte integral de la Masonería Simbólica Inglesa.
En efecto, el Maestro Masón estudioso y convencido de que la Francmasonería es algo más que ceremonias formales, está ansioso de realizar un progreso diario en el conocimiento Masónico y clama por más Luz en Masonería. Esta luz adicional se deriva del hecho de considerar que el Tercer Grado nos deja la huella de la curiosidad y la perspectiva de hay algo más que debemos conocer y no quedarnos con secretos sustitutos derivados de los hallazgos obtenidos al descubrir los restos de Hiram. Por ello la belleza simbólica del Real Arco y la posibilidad de descubrir, a través de él, la Palabra verdadera.
Antigüedad del Real Arco El Real Arco, que en América se encuentra consignado en los Capítulos del Rito de York, apela a la forma más antigua de la Masonería especulativa hoy conocida en el mundo entero. No existe testimonio más remoto de lo que pudo haber sido el trabajo simbólico especulativo en las Logias inglesas y americanas que el Real Arco, pues como sabemos las formas de ritualidad que en México y en América Latina denominamos como "rito escocés", no son sino esquemas litúrgicos franco americanos, es decir, formas ritualísticas creadas —o inventadas— en Francia y adoptadas exitosamente en los países hispanoamericanos.
La Masonería de York data del año 926, A. D., precisamente en los tiempos del Rey Athelstan, del condado y hoy ciudad de York. Por su parte, la primera referencia impresa a la Masonería del Real Arco aparece en Dublín (Irlanda) en 1743, en un diario conteniendo un informe de..."el Real Arco llevado en procesión por dos Excelentes Masones". Lawrence Dermott, el segundo Gran Secretario de los masones "Antiguos" o de York, fue siempre un entusiasta del Real Arco, al que describió como "la raíz, corazón y médula de la Masonería".
El Real Arco que conocemos aquí nos viene de los Estados Unidos, el cual a su vez proviene de Inglaterra y nos brinda, con una belleza sin igual, los elementos esenciales de la Masonería gremial. En Inglaterra el Real Arco forma parte de la Maestría, y no es sino en los Estados Unidos que se ha decidido, desde finales del siglo XVIII, trabajarlo en Capítulos por separado. Mucho queda por decir de este hermoso grado. Mucho queda por reflexionar de la armonía exquisitamente simbólica y espiritual del Rito de York. S. al S.
Notas en: www.yorkrite.com
Se puede abundar más en Aimon Rezon, versión "antigua" de las Constituciones de Anderson.
Cadena Fraternal